Ya lo dijo el gran escritor libanes Amin Maalouf: "La unica patria es el pasado". Y asi es. El presente se escapa en el mismo momento en el que se piensa en el, y el futuro es un cumulo de conjeturas y nubes lejanas. Sin embargo aquel rincon penquenyo en el que os besasteis, o el banco del parque en el que decidiste que ya estaba bien, o ese bar del que ya no queda nada al pasar, eso si que es la patria.
No hablo de la de las banderas y los idiomas, esa viene dada, es un producto primitivo de querencia de grupo, del animal gregario que somos. No tiene merito, como todas las cosas que nos vienen nadas: Raza, sexo, orientacion sexual, nombre, genetica, ambiente, nacionalidad, DNI... joder que poquito espacio queda para el libre albedrio... Yo hablo de la patria que importa de verdad: La patria sentimental de cada uno, la que reside en los recuerdos, agazapada, la que a veces se esconde en las formas mas curiosas y aparentemente triviales: en el sabor de un chicle o en la cancion mil veces tatareada de un anuncio.
La patria es una sensacion del pasado que vuelve al instante del ahora y nos hace sentir, que fisura alguna ranura honda desde dentro, inundandonos, aunque rara vez lo compartimos con nadie, nos dara corte imagino. Por otra parte un suceso cualesquiera en un lugar concreto hace que ese sitio este impregnado ya para siempre de un halo personal, de una vision unica del espacio, algo que los demas no pueden ver porque solo existe en el corazon de cada uno. Los lugares son lo que vivimos en ellos. Y a veces tambien cambiamos los recuerdos si duelen mucho, y los adaptamos a ver que sale, y los transformamos dandoles belleza, fealdad o distancia, segun convenga. Me conmueve la inmensa capacidad que posee el ser humano de enganyarse.
Tambien echos sencillos que se van repitiendo cada cierto tiempo se acaban convirtiendo en una patria-costumbre, como por ejemplo la sensacion tan agradable que siento cada vez que en verano paso por delante del corte ingles, cuando hace mucha calor, y un viento helado de aire acondicionado y perfumes
me acaricia al pasar por la puerta principal. Y pienso: mira aqui esta otra vez esto. Eso es tambien estar como en casa, eso es tambian la patria, una de olores, de abrazos y de recuerdos, como la de todos nosotros.
Siria por muchos motivos forma parte ya de ese pasado en el que me siento como en casa, como la provincia china de Yunan, Rumania, Tailandia, ay!, y otros sitios. Solo han sido quince dias aqui, pero quien ha viajado sabe que el paso del tiempo es completamente diferente viajando, sobretodo cuando uno esta solo y se ha de enfrentar a si mismo todo el rato, pero creo esta vez he ganado por KO, aunque alguna magulladura me he llevado. Me miro al espejo y me veo con las mejillas tostadas por el sol, y la barba, y pienso: Conyo Jorge te he echado de menos! Que chulo estas maricon!
Yo aqui, en Siria, me lo he pasado muy bien, he disfrutado, y apenas he estado triste, todo un record para mi. Sin embargo, creo que tengo ganas de volver, como si hubiese echo las paces con Barna, no se. Aunque no me hagais mucho caso porque a veces pienso que ojala pudiese estar un par de meses mas de viaje... Y volver a la ciudad es como ver a un viejo amigo, agradable y querido, pero nadie se queda en un sitio por un amigo, si lo hace es por amor, y a veces ni eso.
Salvo milagro o loteria no volvere a viajar en varios meses o en un anyo, mas que nada por el vil metal, vil sobretodo cuando no se tiene... Pero ya tengo otra idea de viaje que se me ha resisitido tantas veces y que vuelve a tomar fuerza en mi cabezota, no se porque. Todo sera ahorrar...
Manyana me voy a Turquia de nuevo, a Antakya, donde intentare pensar que hacer con mi vida al llegar a BCN, escribir en el blog, comer bien, pasear, tomar te y verlas venir. A lo mejor se me ocurre un remedio contra la desdicha o una cura infalible contra el tedio de estar vivo. Si es asi os lo hare saber, pero no se yo...
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