sábado, 21 de agosto de 2010

Arrozales de miseria

   El norte de Vietnam es en verdad impresionante.

 Nadie que no haya estado en el Sur de Asia se lo puede imaginar. Yo ya se que todos somos iguales y eso, pero desde aqui Europa parece un cuento gris de ficcion. Una realidad lejana y geometrica. Una mierda vamos.

   En la provincia de "Bac Ha" la minoria predominante son los "Hmong". Sus vestidos negros y sus bordados les hacen facilmente reconocibles. Son arroceros y cultivadores de maiz y de colina, y grandes bebedores de licor y fumadores de opio.

  Hemos echo una larga caminata de dia y medio por la region. Nos embarramos, nos caimos, nos llovio como llueve aqui que parece que el cielo se estruja y se hunde el mundo, nos reimos, nos emocionamos y nos cansamos mucho. Dormimos en una casa local muy bien cuidada. El grupo con el que estoy son geniales y en lugar irme a dormir me quede con ellos tomando unas copas ya de noche. Hablabamos de la belleza, de la sencillez, del verde de los arrozales etc. Entonces me vino a la cabeza una frase de Joep Pla, que decia algo asi como que: Sobre la belleza del mar hablan los poetas no los marineros.

  Nosotros alucinabamos sobre lo bello que es el sencillo maiz extendido sobre las lonas azules, o de como la bruma se queda jugueteando sobre las copas de las colinas, o de como los bufalos embarrados al sol nos miraban con curiosidad. Pero la conversacion derivo a como lo verian los Hmong: Jornadas de sol a sol. Subir 25kg de maiz colina arriba. Lluvia en verano, frio en invierno. Malaria y dengue. Dolores de muelas inenarrables... En verdad resulta increible que nos sonrian. Que sonrian en general. Quizas por eso son grandes bebedores y fumadores de opio.

    Hay algo que  une a los pueblos: La ingente cantidad de imaginacion y esfuerzo que le echamos al dia a dia para no volvernos locos y creeer que si, que todo tiene sentido y que todo merece la pena. en el arrozal o en la oficina.

  El norte de Vietnam es un lugar en verdad impresionante.

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miércoles, 11 de agosto de 2010

Hanoi

  Hacia mas de dos anyos que no tomaba un avion tan grande en una ruta  tan larga. Creo que le he dado la vuelta al jet lag y que ya no lo tengo, he dormido muy poco ultimamente.

   Ha sido un dia muy intenso, recolocandome entre el calor sofocante, los millones de motos y las preguntas de los clientes. Es lo que tiene viajar, que hasta cruzar la carretera es motivo de sorpresa, de sopresa y de un pelin de cangueli cuando ves venir el camion azul, pero que hacer!, mover la manita arriba y abajo, quedarse quieto entre dos carriles, y cruzar lentamente, y rezar porque frenen. Como en la India.

  Tengo el cuerpo y los sentidos desentrenados, ya se me habia olvidado que las aceras en Hanoi no son paseadas sino esquivadas porque han sido tomadas por los puestos del delicioso Pho(un bowl de tallarines caldosos que se encuentra uno en cada esquina), alguna que otra rata fugaz, ninyos en pijama jugando descalzos, luces tenues de farolas, adoquines sueltos y prostibulos aqui y alla. La expresion es: densidad humana como no existe en ningun lugar de europa. La vida concentrada.

   Estamos alojados en el barrio frances, lo que fue la capital administrativa de la Indochina francesa que comprendia lo que hoy en dia son Laos, Camboya y Vietnam. La estructura es Europea, pero una estructura decrepita y cambiante de altos edificios de un color pastel sucio y humedo. Por las noches las luces macilentas de los coches y  los pititos de las motos lo dominan todo, pero paradojicamente ese caos exterior me induce a una calma interior. De eso tambien me habia olvidado, como de tantas otras cosas.

    Manyana por la noche nos vamos en un tren nocturno a Sapa, la region del norte fronteriza con china. Alla varias minorias sobreviven como pueden rodeados de un paisaje espectacular de arrozales, casas elevadas sobre troncos de madera y montanyas suaves y onduladas. Estare desconectado por unos dias ya que desde alla no hay blog ni internet que valga.

 Una de las minorias es la llamada Mai thai. Hablan un dialecto del tailandes y espero poder comunicarme con ellos un poco y practicar Tailandes que lo tengo ya casi olvidado. Hablar de Tailandes y pensar en pui es inmediato, logicamente,pero si al hablarlo me emociono mas de lo que debiera lo disimulare y cambiare de tema, el humor ayuda mucho en esas situaciones. Pero disimular  no es propio de viajar, lo hacemos todos a diario y en cualquier sitio,verdad?

 En tres dias volvemos a Hanoi. Me voy a tomar una birra,o dos. 

  

martes, 10 de agosto de 2010

mar de cristal

   Estoy en Madrid física y mentalmente agotado. El tren nocturno no es lo que era o quizás sea yo el que ya no soy el que era. Lo único bueno es que habían dos coreanas en mi vagón muy divertidas y que a pesar de dormir poco no me entristecí. 

   Y luego mucho trabajo. Llamadas a los clientes para quedar mañana, papeleos, contratos, y ese rollo.

   Por la tarde he estado en la T4 para familiarizarme y chequear donde están los mostradores para facturar a grupos. La última vez que estuve allá me dio un subidón importante porque mis dos guías pequeñajas estaban en una esquina del quiosco, parecían intimidadas por una guía gorda de Grecia. Me quedé mirando a mi alrededor y me entraron ganas de decirle a alguien: ¡Eh estas dos las he escrito yo!
  
  Ha sido extraño estar en el aeropuerto para no volar. Quizás por eso me he acordado del de Barcelona y me ha dado morriña. Cuando tengo sueño estoy más sensible de lo normal. No es que haya estado triste sino melancólico. Fumaba así, en pose, achinando los ojos, a caladas profundas, sintiéndome un tío importante... y luego se me ha pasado porque me ha dado hambre. No soy constante.

  Al volver al centro de Madrid me he fijado en una parada de metro que se llama "Mar de cristal". No sé por qué extraña asociación de ideas me he acordado del cargo de una autoridad, mi cargo favorito: "Secretario del mar". Es extraño que una estación de metro y un cargo político tengan nombres tan poéticos, me gusta, la belleza se encuentra cuando se busca, el que no se consuela es porque no quiere o no tiene imaginación.

  Si todo va bien la próxima vez que escriba mi blog estaré en Vietnam. Pienso en la gente a la que quiero. Mañana a las 4.30am en pie. Un último esfuerzo, y luego a volar.

jueves, 5 de agosto de 2010

paciencia

Ya decía el Budha, o quien lo transcribió: " La inteligencia es buena, la cultura es excelente, pero la paciencia es lo mejor". Yo siempre he pecado de impaciente y de dejarlo todo a medias. Me aturullo. Todo el rato imaginando, recreando posibles futuros, sufriendo  pérdidas a priori, montándome películas. Es agotador estar en mi cabeza. De verdad.

  Sin embargo viajando soy un pelín más  paciente, supongo que porque todo me da igual, o casi todo. Estoy tranquilo, tranquilo, tranquilo y tranquilo. Que hay baches en el camino, pues baches. Y así. Día a día. Después de mucho tiempo cambiando de planes y nervioso, tengo una oportunidad de estar tranquilo y no la voy a desperdiciar.

   No es que a mí me guste tanto  viajar porque me haga "feliz", sino  porque cuando viajo estoy instaurado en el presente del hoy y no me hace falta nada más, no tengo desilusiones porque nada espero. El deseo de viajar hace que los demás mengüen y se diluyan. Vivo al día. El futuro ni existe. Soy inmortal a diario. Es como si lo viese todo desde fuera, sin implicarme ¡Claro que viajando hay días buenos y malos!, pero tengo la sensación de que alegre o triste es mi alegria y mi tristeza la que anda en juego. De nadie más.  Siento que formo parte de algo mejor que yo. A veces hasta dejo de pensar, de desear, de impacientarme, y es placentero.

    Es posible que  la manera más valiente que tenemos los cobardes de afrontar el día a día sea viajando-huyendo, quizás. ¿Y? Que más da como, lo importante es estar bien sin joder a nadie, ¿No?

   Yo me voy a trabajar, que no es para vacilar y tal, pero da igual. La sensación de viajar sí la tengo, digamos que este viaje es un placebo que anuncia otras rutas que vendrán pronto. Un ensayo general. La punta del iceberg de mis ilusiones.

   No sé si voy a tener mucho tiempo para escribir y contar mis cosas este mes ya que estaré bastante ocupado, pero lo intentaré, me siento bien cuando escribo, me vacío.

    Espero que los clientes sean majos. Por  mi parte intentaré transmitirles algo de lo que yo siento, contarles todo lo que sepa, ser responsable, y hacerles reir. Tengo ganas de llegar.

  Hacía tiempo que necesitaba irme, echaros de menos, pensar en el día a día, ser paciente. Un mes viajando es un mundo, la percepción del paso del tiempo no es la misma aquí que allá.

    Tengo la sensación de haber estado tristón por demasiado tiempo, gris, y quiero cambiar de color. Ahora sólo quiero pensar en este viaje, cuando vuelva ya veremos. Paciencia.