Ya decía el Budha, o quien lo transcribió: " La inteligencia es buena, la cultura es excelente, pero la paciencia es lo mejor". Yo siempre he pecado de impaciente y de dejarlo todo a medias. Me aturullo. Todo el rato imaginando, recreando posibles futuros, sufriendo pérdidas a priori, montándome películas. Es agotador estar en mi cabeza. De verdad.
Sin embargo viajando soy un pelín más paciente, supongo que porque todo me da igual, o casi todo. Estoy tranquilo, tranquilo, tranquilo y tranquilo. Que hay baches en el camino, pues baches. Y así. Día a día. Después de mucho tiempo cambiando de planes y nervioso, tengo una oportunidad de estar tranquilo y no la voy a desperdiciar.
No es que a mí me guste tanto viajar porque me haga "feliz", sino porque cuando viajo estoy instaurado en el presente del hoy y no me hace falta nada más, no tengo desilusiones porque nada espero. El deseo de viajar hace que los demás mengüen y se diluyan. Vivo al día. El futuro ni existe. Soy inmortal a diario. Es como si lo viese todo desde fuera, sin implicarme ¡Claro que viajando hay días buenos y malos!, pero tengo la sensación de que alegre o triste es mi alegria y mi tristeza la que anda en juego. De nadie más. Siento que formo parte de algo mejor que yo. A veces hasta dejo de pensar, de desear, de impacientarme, y es placentero.
Es posible que la manera más valiente que tenemos los cobardes de afrontar el día a día sea viajando-huyendo, quizás. ¿Y? Que más da como, lo importante es estar bien sin joder a nadie, ¿No?
Yo me voy a trabajar, que no es para vacilar y tal, pero da igual. La sensación de viajar sí la tengo, digamos que este viaje es un placebo que anuncia otras rutas que vendrán pronto. Un ensayo general. La punta del iceberg de mis ilusiones.
No sé si voy a tener mucho tiempo para escribir y contar mis cosas este mes ya que estaré bastante ocupado, pero lo intentaré, me siento bien cuando escribo, me vacío.
Espero que los clientes sean majos. Por mi parte intentaré transmitirles algo de lo que yo siento, contarles todo lo que sepa, ser responsable, y hacerles reir. Tengo ganas de llegar.
Hacía tiempo que necesitaba irme, echaros de menos, pensar en el día a día, ser paciente. Un mes viajando es un mundo, la percepción del paso del tiempo no es la misma aquí que allá.
Tengo la sensación de haber estado tristón por demasiado tiempo, gris, y quiero cambiar de color. Ahora sólo quiero pensar en este viaje, cuando vuelva ya veremos. Paciencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario